Gianna Bryant era la chispa de su padre Kobe. La joven de 13 años estaba decidida a seguir los pasos de su progenitor y convertirse en una estrella del baloncesto mundial. Ella iba también en el helicóptero donde un total de cinco personas fallecieron camino de un entrenamiento de la joven en la Mamba Academy.
La joven destacaba en su generación como una portentosa escolta y había empujado a su padre nuevamente a la vida pública asistiendo a múltiples partidos de los Lakers en las últimas fechas. Kobe y Gigi –como así la conocía todo el mundo– eran uña y carne hasta que una tragedia ha puesto fin a su vida este domingo. El baloncesto se encuentra consternado y de luto.